25.1.17

Sociedades

Era la costumbre antes de salir de viaje, mochila o maleta? preguntó Lola.

A continuación, con unos exagerados movimientos circulares de brazos hacia arriba, como si la estuvieran atracando, añadió, aunque no sé porqué te lo pregunto!

No hubo bastante.

Imitando a ese Concurso de antaño del 1,2,3 responda otra vez, continuó con sus pregunto y respondo yo, ..y la respuesta correcta es, tachan tachan!, Mochilaaa!”.

Lola prefiere llevar maleta para viajar. Yo la mochila. Si, si, mochila, tanto para turismo urbano o de montaña que es lo suyo, como para uso diario. Grande o pequeña se adaptan mejor a mis necesidades y espalda. Entiendo que a ella le vaya mejor una maleta, pero, que se ponga tozuda como la mula de mi abuelo, que un dia lo puso tan nervioso que acabó dándole un mordisco en la oreja. Vaya si anduvo aquel dia la mula hasta el corral sin parar!

Qué manía con que yo también la utilice. Lo mismo que cuando le entra la otra, la de que lleve bolsos. No me cuadra en la lógica, que no atine con la más sencilla de las soluciones., que cada cual lleve lo que quiera.

Su argumento. En la mochila la ropa se arruga!,
En la maleta también!. Sino no llevarías una planchita?- respondí con sorna
Bien que la utilizas tu también, o no!? replicó
Faltaría plus que encima de cargar con un kilo de hierro por medio mundo no me sirviera para nada!, intenté concluir.

Ya iniciábamos otra vez el incumplimiento de la gran promesa formulada en nuestro místico dietario convivencial. Lo de «gran» no es por el contenido de la intención en sí, lo es por la dificultad que se encuentra a la hora de aplicar su cumplimiento.

Discutir por cosas superficiales, la mayor parte de ellas, son causas por la que se extienden y agrandan los conflictos entre parejas. Se diría que gusta. De hecho, se diría que es como la sal gorda en la gastronomía. Poca, gorda y sólo muy de cuando en cuando. 
 

Lo comento desde la perspectiva de igualdad y respeto en la pareja. La otra, la del autoritarismo, sumisión y humillación es otro tema que imagino, irá subyaciendo anexo en futuros contenidos.

La discusión sostenida, más se asemejaba a un dialogo de peces por aquello de abrir la boca sin decir nada relevante. Distorsionaba con el conjunto del dormitorio, que no es que sea una gran habitación pero su luminosidad entra grandiosa por sus desproporcionadas ventanas. La hacen cálida junto con la combinación de sus colores interiores. Intentamos darle a cada uno su valor.

Quizás un poco motivada por el entusiasmo del viaje y otro poco por el deseo de dar por cerrado el tema de la eterna pregunta y sus respuestas interminables, se me ocurrió intentar derribarla sobre la cama marcándome un farol en forma de salto olímpico. Caímos por los pelos en ella. Esta técnica, no es aconsejable realizarla si se tiene alguna duda sobre su alcance.

Aprovechando el efecto sorpresa en Lola, intenté no sin esfuerzos, colocarme a horcajadas encima. La quería llenar de besos. Hasta donde podía y me dejaba en ese juego de risas, la calma nos fue suavizando el rifi-rafe de la puñetera maleta y mochila. Un final con un beso es la mejor manera de iniciar un nuevo reset.

Uno de los estereotipos y bulos que existen y que más fuera de lugar está, es pensar que las personas no heterosexuales se relacionan de diferente forma que ellos. Y se equivocan. La mayoría de gente que asimila este contexto hipócrita como personal, suele ser por ignorancia o interés, por inseguridad personal o patológica o simplemente, por falta de conocimiento e inexistencia en su interrelación. No falla.

..Aunque pensándolo un poco, en el fondo, igual tienen algo de razón. Igual va a ser que hemos aprendido lo que no se debe hacer en y con la pareja.

24.1.17

Menopausia Sociedad Limitada

De acordarme, me acuerdo. Y si me esfuerzo, hasta siento su fogosidad. A buen seguro que era un mediodía de álgida menopausia. Tal cual un verano en la Andalucía interior, a primeros de agosto o últimos de julio para una escandinava albina.

La miraba sin poder creer que me preguntara de dónde salia tanto calor. 
 

Estábamos a orillas del Cantábrico. Soplaba un viento frio de varios pares y a pesar de ello, no era mar adentro donde se anunciaba tormenta sino en la cara de mi compañera. Toda ella hervía exprés.

Durante el paseo costero, el chapucear bragado de las olas en tierra rozaba sus piernas provocando un gran géiser en su piel. Cada uno de sus poros debía ser como un volcán submarino. No se enfriaba ni un solo centímetro de su dorado bello, y menos aún de su enfado..

Había comenzado esta historia un fin de semana atrás.

El otoño nos gustaba a las dos. Nunca habíamos podido coincidir en vacaciones. De hecho, nunca coincidíamos en vacaciones en ninguna estación del año, excepto «casi» una vez. Y digo casi, porque la mitad de esos breves días los pasamos en la cama. No precisamente jugando como pudierais pensar. Las pesadillas febriles son mil veces peores que comerse un kilo de olivas negras por la noche. Inaudito un constipado a 31º a la sombra, pero de ocurrir, haylos.

Recuerdo pañuelo tras pañuelo. Parecía que estuviéramos sobre una nube. Toda la habitación era una gran alfombra blanca de ellos. Los ecos sostenidos entre espaldas y techo de ayses (lamentos) entorpecían esas fuerzas, que si las habían, no nos permitían mirar más allá de la primera curvatura nasal. La que conecta con la cara. Si Cyrano de Bergerac la tenia grande, las nuestras aparte de morronas y congestionadas eran del tamaño real de una esfinge.

Ese fue el «casi» de una vez. Aquellos días fueron toda una antítesis del romanticismo y el relax. Eso sí, estas cosas y otras, ponen a prueba el querer y el lugar que se ocupa en la pareja. En esas condiciones de supervivencia, la que pide primero las cosas, ..que están en la cocina, ..a miles de kilómetros de una misma, gana. Por lista.

La que va a buscarlas también gana. Por tonta.

Yo soy de las del segundo gremio. Me hubiera importado un bledo en otras ocasiones subir al Everest si ésta hubiera estado allí o tan solo si hubiera podido saber en esos momentos, si tenía los ojos abiertos o cerrados. Me pregunto cómo quiero a esa mujer que, de ir, fui.

Me llamo Sança , se pronuncia como Sansa y en casa me llaman Ça (Sa). Puede ser que, al nacer, ya vieran de lejos que rompería alguna cosa más además de la Ç (juego de palabras en catalán)

Durante muchos años, Lola, que así se llama mi compañera a efectos de afectos y espacios, hemos debido hacer malabarismos para poder coincidir juntas al final del día, en el día a día, o durante dos festivos juntos y mal contados. Siempre por cuestiones laborales.
Con el tiempo, mira por donde, una gran Erre en mi lugar de trabajo con todo su abecedario incluido, nos permitió por fin la oportunidad de plantear la realización de nuestro sueño aplazado.

Lola se adueñó de la iniciativa de la organización del viaje. Supongo que con ello, quería animarme aliviando el ajetreo de su preparación. El resto de mi, no lo hubiera levantado ni con el gato del coche.

No omito, que tras esa iniciativa, pudiérase encontrar algo de gusto por el mandar. Le encanta. Lo escribo bajito para que no lo oiga.

No penséis que no tengo carácter, lo que pasa es que me agota batallar en asuntos y razones que muchas veces no llegan a ninguna parte. Al fin y al cabo, todos somos un cúmulo de manías y auto-valideces personales que acaban haciendo lo que se quiere. Con fundamento o sin él. Es un gran desgaste de energías e inútil tener enfrente a personas que no escuchan más allá de sus diálogos interiores.

Puede ser que sea excesivamente pragmática y Lola muy impetuosa o activa – nunca he sabido diferenciar con exactitud-. Si la vierais a través de una cámara fotográfica con exposición lenta de 1/8000, os daría la sensación de que os habéis equivocado de valor. Donde la hermosura de una gota de agua se paraliza, a ella la percibiríais a toda mecha, con un cohete enganchado en la espalda. Claro, que ella os diría, que la del mio, debía haber quemado el combustible haría siglos!.

De un viaje, no se sabe cual será su aventura ni como acabará. Como en la vida. Por mucha atención que pongas en su planificación y la previsión de los detalles, todo puede rodar o girar. En nuestro caso y después del primer día de su comienzo, todo apuntaba al desastre. Con mayúsculas. Lo peor era, que no se nos podía culpar por ello.

La estupidez supina de muchos suele ser de récord Guinness. Existen que están compuestos sólo de materia orgánica. Se alimentan y la cagan. Vienen sin cerebro. Sin capacidad para la Humanidad. Lo digno de las personas.

En fin,..eso viene mas adelante!

Lola, a parte de enamorar hasta el tuétano, posee toda diversidad de inteligencias. Su profesión le a aumentado esos dones. Es una excelente mediadora en la resolución de conflictos. En general, todos los de fuera de nuestra casa.

Aquel día, la observaba fuera de sí, maldiciendo llameante al exceso de calor de ese otoño (estábamos a 18 grados). Más que inverosímil me parecía increíble. Agnóstica, me puse a rezar rogando para que las señoras que venían en su paseo frontal mirándonos, mirándola fijamente desde hacía rato, no sintieran la irrefrenable curiosidad de madres o abuelas y acabaran por preguntar si se encontraba bien.. ni tan siquiera que mantuvieran la cortesía con un saludo de buenas tardes!..

16.6.16

Hombres de Excelencia

Una madre da las gracias al desconocido que calmó a su bebé en un avión

El Huffington Post | Por Amy Packham
Publicado: 16/06/2016 07:50 CEST
http://www.huffingtonpost.es/2016/06/16/bebe-avion-desconocido-am_n_10451732.html#



Con este artículo y comprobando la excelencia de determinados hombres, también me he emocionado. Me emociono con la alegria de saber que, haylos. Con la pena de que no sean muchos más y la amargura que me produce recordar que en una ocasión, a mi madre le pasó, justo, todo lo contrario y también lo mismo.

Nunca me canso de mirarla. La miro muchas veces ahora para retenerla en mi vida cuando no esté. Escribe ausente en su mesita mobil. Intentado no perder el hábito de la escritura. Aunque sea ya ilegible y los números ni los recuerde sino es copiándolos.

Mamá junto dos criaturas subió al tren en la Estación de Tardienda una noche. Habiamos llegado allí con mi padres desde otra población para coger el que iba a Barcelona. Mi hermano debia tener unos meses de vida y yo escasos 3 años.

El motivo de ese viaje era de necesidad y mi madre, huérfana de madre desde los 9 años, nunca habia salido de su casa practicamente en sus 22 años. Se educó bajo una férrea y anuladora protección nada pedagogica ni adequada. Como la de mucha madres-mujeres de entonces y más entonces.

Mamá debía viajar a Barcelona con dos niños pequeños, algo de equipaje y con la desolación de un desamparo sobrevenido al despedirse de mi padre en aquella estación. Mi madre nos dijo en más de una ocasión, que ese dia tenía el miedo metido en el cuerpo hacia todo lo desconocido, agravado con la ansiedad por unos hijos.

Con las prisas y el dolor de la tristeza, mi padre se olvidó darle a mi madre los billetes.

No me voy a extender más en el relato sobre la conducta de aquel animal del revisor de Renfe. Muchos, eran militares retirados. Mamá intentó argumentar una y otra vez, entre lágrimas y vergüenza por la tensión de la situación y la conducta de aquel cabrón. La queria hacer bajar del tren en una estación aún más perdida que la de Tardienta en medio de la madrugada.

De nada le valia a la bestia, que mi madre le ofreciera documentos acreditacivos de identidad como aval hasta poder entregar los billetes con la correspondiente fecha. De nada le servia a la bestia, la precariedad de esa madre con dos hijos..

Fue una joven mujer la que puso final al sadismo de la bestia. Pago de nuevo los billetes. Mi abuelo, al dia siguiente de nuestra llegada, le hizo llegar a aquel ángel el importe de los billetes. Nuestro agradecimiento siempre lo tendrá aunque no lo sepa ni imagine.

Hay acciones que ennoblecen la calidad de algunos humanos.
Y otras, que les equiparan con lo más mezquino y cruel.

13.6.16

Es duro para un infante saber que "esos reyes magos" no son tales, sino los padres...

Pero realmente, ..cuando sientes esa patada en la boca del estómago, aún niña, és cuando te percatas que esa violencia e ignorancia que te quieren imponer y que se deposita en un vacio personal que algunas personas intentamos vencer, es el modus vivendi entre asesinos de  gobernantes, políticos, dictadores y jerarcas religiosos.

La ostia de las ostias, es cumplir los sesenta sin haber podido cambiar de opinión.


28.2.16

Si te dije que morí, era de verguenza!


En uno de esos vaivenes de millones de reacciones aleatórias que se dan en nuestro cuerpo y mente dia a dia, un trimestre enterito de mi adolescencia debieron saltimbanquear la física, la química y el magnetismo sin red de seguridad. 

Damos por estáticas muchas cosas que no lo són y por comunes otras que tampoco lo són.

Esta tarde, al hilo de algo, la memória ha abierto su cajón y ha extraido una bella emoción en forma de imagénes.

Debía tener unos 16 años y aunque ya era muy consciente de mi propia sexualidad, fuí a ensoñarme hasta el tuétano de un chico. Siempre he pensado que existen personas que se enamoran de personas, no del sexo solo, aunque esto último lo complementa de fábula!. Y por experiéncia personal, lo sé. No és por esta anécdota que detallo a continuación, sino por una larga experiencia de 20 años de convivència con la que fué mi compañera «heretosexual» hasta que «sus procesos biogenéticos» le guiaron a enamorarse de un compañero de trabajo. Siempre le he agradecido y agradezco esos veinte años de dedicación a nuestra relación de pareja entre personas.

El chico en cuestión era muy interesante. Resultón, educado, cordial, discreto, inteligente, respetuoso y agradable en sus opiniones por su diversidad y la falta de afán en convercer mas allá de lo que se expone. Eso me encantaba. Los hombres de entonces tenian muy asumido que ellos siempre tenian la razón y más, si hablaban con mujeres. Solían ser bastante monotemàticos, monologistas e impositivos. Por ello, fué una suerte coincidir con él en clase.

No puedo afirmar que el concepto «platónico» lo inventara yo porque hay pruebas suficientes en contra, pero por Odín, que manera más atropellada de perder el equilibrio en la razón. Bien cierto es que, quien está sujeto a esta locura transitoria no pisa tierra, pero lo mio ya era de estratosfera.

Nunca me propuse «competir» con el resto de compañeras de clase porque suponia que, a un chico de esas características, no le llamaria la atención una chica común y lesbiana. Sin embrago no fue así, lo que me desconcertó mucho.

Entre el dia 3 del comienzo de curso y las vísperas de vacaciones de navidad, me dediqué a soñar a todas horas con él. Su rostro estaba en la tostada del desayuno, la bolsa de la compra, la sopa, la ducha, la pizarra de clase -se sentaba tres mesas atras-,.. las noches eran un sin dormir eterno hasta que llegaba la hora de volver a clase el dia siguiente. En suma, un verdadero suplicio emocional y de agitación hormonal.

En fechas próximas a la navidad, se organizó un pica pica con música y baile en la misma aula. No podia ser de otra manera en ese tiempo. Fue entonces, cuando «ese caballero de cuyo nombre no puedo acordarme» ahora, -por mucho que lo intento-, que me invitó a acompañarlo al super a comprar el «tapeo» dias antes. Con esa excusa, comenzamos a hablar y conocernos entre cacaolats calientes y nubes de tabaco irrespirables en la cafeteria.

Y llegó el dia de la fiesta soñada y el de mi enorme constipado con vienticuatro horas de anticipo. Cómo podia pensar en no assistir? Inimaginable. Con bufanda hasta en las amigdalas, una fiebre de aupa y un macuto lleno de pañuelos me presenté. No fuera que, «las lagartas» de las compañeras intentaran quitarme a «mi chico».



Pero mira por donde, que, tan alto que estuve, tan abajo caí !!.. Allí, en medio de la sala, a un palmo de cara contra cara, mirándonos atontados mientras bailábamos, un arrebatador estornudo en forma de maldita bombolleta de mocos, se hizo un gran globo..explosionando con toda su madurez y verderez! Fue como si a una maravillosa y colorida mariposa, le cayera encima una mierda.

Desastroso. Aun se me pone la carne de gallina por la verguenza que llegué a a pasar en ese instante. Cenicienta en su huida se dejó el zapato, yo, todo. La dignidad, la ensoñación platónica y la moral. El caballero de los ojos de caramelo hizo todo lo possible por no estallar en risas, muy apurado, en medio de una lucha titánica, lo pude ver entre mis clinex.

Me queria morir. El color rojo de mis mejillas debia ser sublime porque pude vislumbrar una incansdescencia de energia alrededor de mi cara. Huí mientras lo escuchaba pronunciar mi nombre una y otra vez.

El constipado en sí me duró cinco dias de cama, pero estuve dos semanas sin salir de la habitación ante tanta abrumadora verguenza. Para desconcierto también el de mi família, que no entendia el porqué me negaba de coger el teléfono cuando llamaba el chico «de mis sueños» por el cual tanto me habian oido suspirar pesadamente semanas atras.

Desde entonces, me pregunto muchas veces sobre la gran fragilidad de todas las cosas.

Todo se me fue de «un plumazo»!!.. (Sonrio)




11.2.16

Entiende de Internet señora?

El otro dia fui a una «pajareria» a comprar granulado para una «cotorra» que tenemos en casa. -A decir verdad, es la cotorra de mi hermano, Berta la llamamos- 

Me encontré con una conocida a la que también le gustan los pájaros. Interrumpió brevemente al verme entrar, la conversación que mantenia con el treintañero dependiente, para saludarnos con un gesto con la mano y una sonrisa.

Estaba el joven muy afanado explicando las propiedades de unos y otros alimentos y de unas y otras jaulas (motivo de agradecimiento a priori) y mientras hablaba, hablaba y se extendia cada vez más con un sentido comercial que no de erudito vocacional, observé como la conocida, poco a poco se perdía entre las marcas de piensos y un proceso de selección entre la información válida y la desechable que nuestro cerebro ejecuta en el dia, un montón de veces.

Era una mujer como puede ser cualquier otra. Entrada en edad y cierta redondez en su silueta. De aspecto cálido y vivo. Podía tener muchos hijos e hijas como podia no tener ninguno. Podia estar casada, divorciada, acompañada, viuda o soltera. Como muchas de nosotras. Vestía de forma personal, con detalles y la vez, sin estridencias. Su gesto era afable y paciente, muy paciente..

No sé lo que le habría preguntado al vendedor, la conocida, pero era harto evidente, que hacía rato que le habia aclarado la possible duda. La insisténcia del dependiente comenzó a ser más un alarde de «sobrado» que de servicio en atención y que redondeó en pedanteria al comentar, que si no le habia quedado claro lo que le habia dicho, que lo mirara en Internet; .-porque, usted sabe lo que és internet señora?-.

La señora le contestó con un resignado sí, y dirigíendose hacia la puerta, volvimos a intercambiar sonrisas a modo de despedida, pero esta vez, complices en paciencia. Yo ya habia decidido no preguntar nada. Le señalaria con la mano el recipiente del granulado y le soltaría un «200 grs por favor!" y punto. Más que nada porque cansa empatizar ante los incapaces.

La cívica señora conocida era investigadora en una universidad y professora.
Tal cual podríamos ser muchas mujeres. Las que se lo propusieran. Sin más.

Igual es que no se oyen ellos mismos..!



La prolongada esclavitud de les dones es la pàgina més negra de la història de la humanitat (Elisabeth Cady Stanton)


 
1. Los hombres si están muertos mejor!
2. Conducir un coche perjudica el escroto y los testículos del hombre!
3. Eres simpático e inteligente para ser hombre!
4. Todos los hombres son unos hijos de puto!
5. Todos los hombres son unos zorros!
6. Vas tan acicalado que pareces un puto!
7. No mes hagas pegarte una ostia y cámbiate esos pantalones!!
8. Qué tiene en común un euro y un hombre., «que el euro tiende a subir y el hombre, ni eso»!
9. -Entrevista de trabajo- Yo te doy el trabajo si «tú, tu paquete y yo nos llevamos bien»
10. Tienes un culo como una plaza de toros»?
11. El hombre debe ganar menos que la mujer porque es un hombre!.
12. Prohibido a hombres.
13. Tu para lo que te has de preparar en la vida es, para ser un hombre y satisfacer a tu mujer siempre!
15. Cada dia estás más viejo y gordo!
16. Nene! Pon ese culo que te lo voy a romper por dentro!!
17. Eres tan inútil que no sabes coger ni un lápiz!
18. Tu sitio está en la cocina y en la cama bien atado!!
19. Tú no vas a ningún sitio sino te llevo yo!!
20. Pero qué dices de ir al futbol con tus amigoooos..Estas loco o qué? Tú aquí, conmigo, te guste o no!!
21. Señor López, no puede comprar la casa sino es con el consentimientto de su mujer!!
22. Sr. López, su mujer ya sabe que quiere comprarse un coche?
23. Tu irás donde yo te diga, puto!!
24. Los hombres no pueden ni deben votar!
25. Jajajajajaja però que dices!! .. Ser médico nada más y nada menos!!.. jajajaja, como si pudieras!!
26. Te denuncio porque te he violado y luego te lapidamos todas por consentirlo, puto más que puto!!
27. Te quitamos el escroto para evitar que «peques» impuro!
28. El hombre es el hijo del demonio porque hace flaquear a las inocentes mujeres!
29. Las mujeres si pueden, los hombres no!
30. Tú lo único que has de hacer es obecer que para eso soy la mujer de la casa.
31. Los hombres no sabeis jugar al futbol
32. Hoy va ser tu último dia y te voy a matar, puto más que puto!
33. Si no quieres que te viole, no vayas provocando con esos pantalones zorro!
34."En lo que se refiere a la naturaleza del individuo, el hombre es defectuoso y mal nacido..
35. Así ven ustedes cómo son débiles y poco saludables los hombres, si mueren no importa!
36. Hagan como se hace en todas las Iglesias de las santas: que los hombres estén callados!
37."las leyes son como los hombres, están para violarlos",
38. "A muchas... has tenido que chupar para estar donde estás"
39. "Lo único interesante que ese señor exhibió fue sus genitales"
40. "hay veces que a las 6 de la mañana un hombre solo tiene que cuidar un poco por dónde va
41. Si te cojo te hago una tortilla con tus cojones!
42. Malfollaooo!
43. Tú solo eres mio y de nadie más!
44. La arzobispa de Toledo liga la violencia a que ellos piden el divorcio
45. Las niñas deben ir a escuelas diferentes de los niños, porque, éstos no son capaces de seguir el mismo nivel y atención de estudio de las niñas..
etc. etc. etc..

30.1.16

Papá, me gustan las niñas!

Era de las pocas veces que podia ver a mi padre en casa, sentado en la terraza, al atardecer, tranquilo y con una mirada serena fijada en el horizonte. -Después de regar sus macetas. Las de dentro de la casa eran las de mi madre-. Siempre trabajaba, tenia dos trabajos, también el de casa. Éramos muchos y en malos tiempos.

Por lo visto, todo es cíclico.

Al contrario de muchos padres y hombres de entonces y ahora, a mi padre nunca se le cayeron los anillos por lavar la ropa en el lavadero o hacer la comida cuando mi madre no podía. Eso se lo he valorado mucho en mi vida conforme fui descubriendo las diferentes clases de hombres, vagos e indeseables que existen.

Hacia tiempo que me sentia intranquila y no sabia con quien hablar. Un impulso motivó mi desvergüenza aquella tarde.  


Papá..!                                                                                
Si..?
-Papa, debo estar enferma..!
Porqué, hija?
-Por que me gustan las niñas!

Once años, tenia.

No tardó en constestar al desasosiego. Lo que dijo se quedó grabado a fuego en mi mente.

-Mira hija, la dignidad de una persona no la encontrás nunca en la cama-.

Si seguimos hablando del tema o si contestó algo más, no lo recuerdo. Sin embargo su tono de voz, su mirada y esa naturalidad en la respuesta, me hizo asimilar «in situ» confianza y seguridad y me evitó un montón de traumas psicológicos posteriores que, a lo largo de la vida, he visto en muchas personas. Sentí el peso del valor de aquellas palabras aunque tardara varios años en saber que me quiso decir en ese instante.

Cangrejos

Hace unas semanas, estuve en un pequeño pueblecido que casi habia difuminado en el olvido.

Allí disfruté de unos de los mejores veranos de mi vida.

Paseando por sus encojidas calles, recordaba instantes.
Es curioso cómo las casas se achican, las aceras se juntan y estrechan y la gran avenida se hace pasaje cuando somos mayores. De niña me faltaba cuello para observar a lo alto entre la gente y los arboles! Y no te digo, para cruzar la calle..casi que se iba la mañana! Miraba cien veces a un lado y otras cien al otro. Todo es basto y enorme con ojos de infancia.!

Allí, recorrí y corrí todas y cada una de sus cuatro calles huyendo del «tonto del pueblo», así le llamaban. -El mundo, ya entonces, me parecia muy cruel-.

Solía esperarme en las cercanias del colmado donde cada mañana mi tia me enviaba a comprar el pan. Cuando me veia aparecer, se aproximaba ya corriendo. Pensaba que la tenia tomada conmigo y nunca se me ocurrió, esperarlo parada, y preguntarle qué era lo que queria. Es muy probable que, por prejuicios implícitos en mi educación social y algo de instinto de supervivéncia, huyera siempre en estampida. Aquel niño mayor viejo, seguramente encorrería todo aquello que se moviera o llamara su atención como única novedad en su vida.. Y le tenia miedo a la vez que sentía tristeza cuando a lo lejos, le veia sentado solo, dia tras dia, tarde tras tarde en un banco a las afueras. Entre la languidez y la nada.

No creo haber corrido tanto en mi vida como lo hice en ese pueblo. Por correr, llegué a competir hasta con un perro que queria comerse mi estupendo bocadillo de la merienda. Gané al cobijarme de un salto encima de un carromato. Sin embargo, el que se llevó el trofeo fue el perro cuando con el ímpetu de alzarme, se cayó el bocadillo al suelo.

Allí también conocí a mis primeros amigos. Jaime y Cristina. Cristina y Jaime. Ellos ya eran amigos de cuna. Pescar con ellos cangrejos en la cuenca del rio era más que genial. Los últimos pasos del sendero, antes de llegar a la vaguada del rio, los dábamos a trompicones corriendo, mientras tirábamonos blusas, faldillas y pantalones y entrábamos al agua directamente en bragas y calconcillos. Sin ningún tipo de pudor ni consciencia alguna de nuestros cuerpecillos ni sus casi inexistentes diferencias. La ropa quedaba en la orilla junto las sandalias y las meriendas.

Era extraordinario sentir esos últimos rayos de sol en la piel en contraste con el frio del agua. Si cierro los ojos, aún oigo el crepitar de la pequeña corriente entre las piedras y nuestro júbilo alborotado que salia castañeante entre dientes, cada vez que conseguiamos coger un cangrejo sin perderlo entre los temblores del frio. No era fácil.

Jaime y Cristina nadaban muy bien y yo, incapaz de reconocer que no sabia nadar, por vergüenza y mucho amor propio, «chapoteba» también muy bien. Diria que, hasta, exageradamente bien. Nunca rieron por ello. Ser niña resultaba muy cómodo con ellos. No necesitaba ser persona primero.

Cristina fue mi primera ilusión platónica y Jaime, mi gran amigo.

15.1.16

Herman@s




Tener hermanos, lejos de radicalizar los roles de género en casa, me ayudó a posicionarme mucho mejor como persona y mujer. Y a ellos, como hombres «evolucionantes». Aunque no fue así en un principio.

La mayoría de nuestros padres y madres devenían de un gran círculo ideológico lleno de prejuicios y estereotipos dogmáticos. Y digo, ideológico, porque el tratamiento para la adquisición de todo conocimiento y el aprendizaje en el respeto propio y ajeno, són elementos educativos. Nada que ver, con culturas, religiones o ideologías. Són procesos autónomos y brillan por sí solos.

Otro aspecto a considerar, es que es bastante inherente reproducir esquemas en hijos y sin embargo, también hijas e hijos educan a padres y madres. Muchas veces sin ser conscientes. Lo que en su momento se denominó «choque generacional» consistió más bien en abrir una ventana al aire en un lugar viciado, que no en cerrar la puerta.

Recuerdo un dia, que estábamos sentados todos en torno a la mesa en casa mientras comíamos, que mi padre me pidió que fuera a la cocina a buscar un poco más pan. Supongo que en esos momentos, lo que me pasó por la mente fue tan breve como un rayo pero tan lleno de imágenes como una maleta de ropa. Me ví en perspectiva haciendo mi cama y las de mis hermanos esa misma mañana antes de ir al colegio. A la vuelta, la compra del mercado. ..Que mientras mis hermanos disponían de tiempo holgado para hacer los deberes de clase y jugar en la replaceta, yo antes, debía atender al pequeño de ellos o tender la ropa...

Así que, allí, con 10 años ya se me cruzó eso de ser mujer y decidí ser persona primero.

Seguramente le contesté de malas maneras a mi padre y muy indignada le reproché el porqué no se lo pedia a cualquiera de los hermanos de mi alrededor, a lo cual, mi padre enfadadísimo me respondió con el lanzamiento de la panera vacia. La esquivé pero no me moví del asiento. Fué mamá quien se levantó y fue a la cocina. Hubiera dado cualquier cosa porque ella tampoco se hubiera levantado.

Muchísimos años más tarde, transcurrida media vida de fundamentos, cuando en otra comida familiar comenté esta antaña anécdota, mi padre incrédulo y desconcertado por aquella, su reacción, me pidió disculpas. Nos reimos todos.

Tiempo después de lo de la «panera voladora» cada uno de nosotros se hizo su cama y poco a poco compartimos la compra, la ropa y otras muchas más cosas se fueron «sociofamiliarizando». Mis hermanos no ayudaron en estas cuestiones, asumieron. Hoy, no les hacen sombra muchas mujeres ni a mi, muchos hombres.

7.1.16

A pedradas


 
Entre «me dejais jugar?» y «tu, con nuestro equipo!» debí luchar.

Siempre que bajaba un rato a la replaceta les preguntaba lo mismo.. me dejais jugar? Me era igual a lo que jugáramos. A todo excepto con las peponas!.

Y muchas veces me decían que no. A secas. Y cuando les volvía a preguntar
el porqué, me contestaban como loritos impasibles, ..¡porque eres una niña! Y ya no recuerdo lo que hacia después. Seguramente jugar sola, moldeando caminos entre la tierra con sus puentes para las hormigas, o correr, o saltar.

De verdad que queria descubrir que enfermedad teníamos las niñas que nos impedía hacer y pensar en tantas cosas divertidas y por tanto, ser tan torpes y aburridas. Sin tener «entendederas» ya padecia esa sensación de malestar interior que deja la injusticia. Me excluían en lo bueno y me incluían en lo malo de las cosas.

Los chavales de aquella Edad de Piedra se dividían en los chavales de la calle de abajo y los chavales de la calle de arriba. Como si en ese barrio hubieran habido calles en esos dias..!.

Todo lo arreglaban a pedradas. Era verse uno u otro y sin mediar palabra, zas, piedra va, piedra que viene..! Si eran dos o más los que se encontraban con uno, la crueldad era con mayúsculas. La misma crueldad que presencié, involuntariamente, cuando lanzaban crias de gato de pocos dias contra la pared.

Un dia, cuando volvía a casa con un recado de la tiendecita de ultramarinos del barrio,-..por cierto, pensaba que eso de ultra-marinos era porque unos marinos muy bregados en eso de la mar, traían de lejanos paises todos esos alimentos y verduras-; ..escribia que, un dia, un chaval que no conocia y que debia ser de montaña arriba, me interceptó en el camino. No tendriamos más de nueve años cada uno. Al aproximarse, comenzó a tirarme piedras sin más ni causa, mientras me insultaba de forma gratuita. Seguramente la clave que motivó mi respuesta violenta a aquella agresión seria algo relacionacionado con la palabra ..madre. Aseguro que tuve que esforzarme para estar a la altura de su hostilidad hasta que sin proponérmelo en un inicio, lo pude inmobilizar y posteriormente, hartarlo a ostias una detras de otra.

Reconozco con las entrañas, pero no con la inteligéncia, la satisfacción que me dió esa, mi primera temprana liberación ante tanta gilipollez supina soportada hasta el momento.

Entonces no tenia otra referencia sobre las cosas. Debí pensar que todo funcionaba así en la vida. Y ahora que las tengo, medio siglo más tarde, sigo pensando igual. Aunque no practique la «técnica». No por falta de ganas más de una vez, la verdad!.




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Violencia de género
La asimetría social en las relaciones entre mujeres y hombres
favorece la violencia de género. Es necesario abordar la verdadera causa del problema: su naturaleza ideológica.

Francisca Expósito




30.12.15

Pepona tu, Pepona yo

Si alguna vez admito haberme parecido a una pepona, lo negaré!.
 
Las peponas, así llamaba a las muñecas que los reyes majetones se empeñaban en traerme año tras año, sin que las hubiera pedido. Eran de un aspecto... digamos, de un aspecto «polinizador».

Lo siento pero no se me ocurre otra definición más aproximada.

Eran abombadas como si solo se alimentaran de dulces, pasteles y aire de globos. Sinceramente, resultaban, cuando menos, de otra dimensión en plena operación migratoria de las hispalias del sur a las catalonias del norte.

Una puede estar «arreciada, gorda o entrada en carnes» como me dicen en mi pueblo, pero fijar una ristra de butifarras unidas como referente subliminal a una criatura, como que no.

Venian compuestas con vestiditos aflorados en mil pliegues de puntillas y enaguas ligeramente más largas. Sus ojos azules, me hicieron pensar algún dia en cambiárselos por los mios. Cosas de la infancia. Cuidado!.

Os aseguro que intenté jugar con ellas, pero aparte de darles de tetilla tal cual  habia visto cómo amamantába mi madre a mi hermano de turno, poco más se me ocurria. Mover las piernas alternativamente a la pepona para que diera tres puñeteros pasos, me parecia de lo más arduo. Y ya no te digo si encima intentabas darle de comer un mejunje de barro. La que liaba a manchar con la pepona y de rebote, mi madre conmigo.
 
Mientras, se me iba el alma con los niños que pescaban enooooormes ballenas en imaginarios barcos de piratas! o, jugaban al futbol muuuucho mejor que Kubala o, el que no se escondía muuuuy bien lo desintegraba el marciano del bando contrario.. Por Odin, cuánta envidia!

Los pistoleros y sus leyendas vinieron después, cuando supimos lo que era una TV.


muy interesante.es
El secreto de los juguetes: por qué son tan necesarios para los niños
Pablo Colado

..Y es que, aparte de inculcar los valores igualitarios, el intercambio de roles acarrea indudables beneficios psicológicos: mientras que los juegos de construcción aumentan el interés de las chicas por la tecnología y la ingeniería, cocinar favorece la vena creativa de los chavales, por ejemplo.
 

Mi primer pantalón

No recuerdo mi primera braga, sin embargo
mi primer pantalón. Tenía seis años y no me me dejaban llevar pantalones. 
 
No entendía lo que no entendía.

Era una prenda tan práctica que, incluso en verano también se podia llevar de corto.
 
Eran feos con ganas. 

Abombachados la mayoría y de colores tristes y apagados. Con ellos sólo se veían escuálidas garrillas. 

No obstante eran mágicos.

Con ellos, se podía correr, saltar y brincar como las ranas.. hasta arrodillarte mejor en el suelo para darle a las canicas!. A veces, los niños, me dejaban jugar con ellos aunque fuera una niña. Tenía muy buena punteria y eso también les debía desconcertar a ellos. 

Eran prismas educativos más que opuestos. Demenciales.
 
Mi primer pantalón fue el de mi hermano. Lo tomé prestado del balde de la ropa sucia en casa. Mi madre había salido a comprar y mis hermanos debían estar jugando en la replaceta. 

Y fuí feliz por un rato. Me sentía libre. Con pantalones no debía obligarme a hacer movimientos raros con las manos para aguantarme las faldillas y así, conseguir que no me vieran las bragas, no sabia quién.

Saltaba de silla en silla y de silla en sillón.

Cogí las pelotas de mis hermanos, en el más puro sentido literal y las volteé al aire con las manos bien abiertas y alzadas. Y ya en lo alto las podia recoger para volverlas a lanzar.  

Esos no eran movimientos atróficos. Eran los adecuados a la libertad del movimiento. 


 
wikipedia.es

Luisa Capetillo

En 1919 fue la primera mujer en Puerto Rico en usar pantalones
 

cultura.elpais.com

La lucha de la mujer por llevar los pantalones

Prohibido durante largos años y sobrecargado de connotaciones, aún no es una prenda nuetral